En cuanto aparecían en kioscos y papelerías las primeras postales de Navidad, iba a mirarlas enseguida.
Las que más me gustaban eran, sin duda alguna, las de Ferrándiz, un magnífico ilustrador también de cuentos infantiles. Juan Ferrándiz, un barcelonés que además fue escritor y escultor y que nos dejó un legado inolvidable con sus dibujos.
Aquellos angelitos y pastorcillos con sus caritas sonrientes y llenos de ternura, eran las ilustraciones más bonitas de las postales de Navidad.

Las comprábamos por estas fechas, para escribirlas "con letra clara" decía mi madre, y enviarla a nuestros familiares y amigos por correo, para que les llegara a tiempo "no vaya a ser que les llegue pasada la Nochebuena" decía también mi madre.
Al llegar a casa mirábamos el buzón para ver si teníamos alguna felicitación "esta es de mi hermano y mi cañada, y esta otra de tu primo Paco" le decía mi madre a mi padre. ¡Yo quiero verla!, gritaba yo empinándome para alcanzarla con la mano. ¡Mira, es de Ferrándiz! exclamaba feliz.
Y es que Juan Ferrándiz tenía un estilo inconfundible, tanto, que forma parte de mis recuerdos infantiles lo mismo que la Navidad.
Ahora ya no se envían este tipo de postales por correo, o por lo menos por correo tradicional. Ahora se envían "powers points" prefabricados por e-mail, con música y gifs animados o mensajes sms al móvil.

Poco importa la forma porque al final el mensaje sigue siendo el mismo, desear a nuestros familiares y amigos todo lo mejor para estas fiestas de Navidad y todo lo mejor para el Año Nuevo.
pd: Estoy preparando una postal virtual preciosaaaaaaa!